Promesas y desafíos del Gran Giro

Joanna Macy

Algo hermoso está sucediendo en este mundo nuestro del cual nos enteramos muy poco a través de los controlados medios de comunicación corporativos. Este fenómeno es ignorado en gran medida por el gobierno y la industria, y aquellos involucrados en las Cosas de Costumbre. Pero algo enorme está despertando. Ya sea maestros en las favelas, defensores de bosques, agricultores urbanos, diseñadores de molinos de viento, opositores de la milicia (la lista es interminable). El hecho es que personas de todos los caminos de la vida regresan a ella y se unen, impulsados a crear una sociedad más justa y sustentable.

Estas diversas e innumerables personas, que se calculan en millones, están escuchando el llamado de ampliar sus nociones egóicas para actuar por el bien de la vida en la Tierra. En este momento decisivo, incontables elecciones están siendo hechas, hábitos renunciados, amistades forjadas, y las puertas están siendo abiertas hacia colaboraciones y capacidades imprevistas.

Cuando generaciones futuras miren hacia atrás a este momento histórico verán más claramente que nosotros su cualidad revolucionaria. Puede que ellos le llamen el tiempo del Gran Giro.  

Para aquellos de nosotros que vivimos hoy es fácil no darse cuenta de la inmensidad de esta transición—del arraigado sistema militarizado de crecimiento industrial a una cultura que sustenta la vida. La educación convencional y los principales medios de comunicación no proveen las herramientas para comprender tal perspectiva. A pesar de ello, pensadores sociales de largo alcance están reconociendo esta transición como el tercer gran parte aguas en el viaje de la humanidad, comparable en magnitud y alcance a las revoluciones agrícolas e industriales. Esta es la aventura esencial de nuestro tiempo.

Al igual que todas las verdaderas revoluciones, el Gran Giro le pertenece al pueblo. Sus historias inspiradoras no estrenan titanes de la industria o políticos, generales militares o celebridades del medio artístico. El poder de esta revolución radica en el hecho de que proviene de personas de todas las edades, colores, credos, y circunstancias, a manera que participan en acciones a favor de la vida misma. Su motivación representa una notable expansión de lealtad más allá de ventajas personales o grupales. Este sentido ampliado de identidad es una capacidad moral asociada con frecuencia a héroes y santos; pero ahora se manifiesta en todas partes en el plano práctico y habitual. Desde niñas restaurando arroyos y limpiando playas, hasta vecinos al interior de la ciudad plantando huertos comunitarios, habitantes de la selva lluviosa compartiendo enseñanzas y bloqueando oleoductos o innumerables acciones climáticas para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero—una inimaginable ola de actividad humana está en marcha.

Cada uno de estos compromisos tiene sus propias recompensas, ya sea que su objetivo inicial se logre o no. Incluso cuando el resultado deseado no se logra, los beneficios pueden ser de un valor incalculable en términos de todo lo que se ha aprendido en el proceso—no sólo acerca del tema, pero también del valor y la co-creatividad.

Aún así, es fácil dejar de tomar parte en el Gran Giro. Todos somos presa del temor de que pudiese ser demasiado tarde y, por tanto, cualquier esfuerzo es esencialmente inútil. Cualquier estrategia que podamos montar pareciera insignificante en comparación a las poderosas fuerzas sistémicas incrustadas en la globalización corporativa. La aceleración del ritmo de destrucción y contaminación pudiese llevarnos más allá de los puntos críticos en donde sistemas ecológicos y sociales se desintegran irreparablemente. Junto con el Gran Giro, la Gran Desintegración también está ocurriendo, y no hay manera de saber como terminará la historia.

Por lo tanto, aprendemos una vez más la más difícil y gratificante de las lecciones: cómo hacer amigos con la incertidumbre. Cómo verter tu pasión en un proyecto cuando no se puede estar seguro de que vaya a funcionar. Cómo liberarse de la necesidad de observar los resultados de tus propias acciones. Estas comprensiones son cruciales, ya que los sistemas vivos se encuentran incesantemente desarrollando nuevos patrones y proliferando nuevas conexiones. No hay ningún punto a partir del cual predecir o siquiera prever las posibilidades que surgirán de los pasos que tomamos ahora. O las consecuencias que se desplegarán al crear y leer este libro. 

En celebración de la promesa de este libro, me inclino ante Adrián Villaseñor Galarza por su visión y su cuidado al llevarlo a cabo. Como activista, profesor, sanador, y académico, pertenece al Gran Giro y vive su vida a su servicio. Durante cerca de siete años me ha acompañado en El Trabajo Que Reconecta y ha llevado este pionero trabajo de grupo a México, California y otros lugares. Que las palabras y testimonios que Adrián ha reunido aquí lleguen más lejos aún, fluyendo en círculos expansivos.


Tomado de: Adrián Villaseñor Galarza, El Gran Giro: Despertando al florecer de la Tierra, 2015.

4 comentarios en «Promesas y desafíos del Gran Giro»

  1. Buenas noticias para los que hacemos un trabajo conciente sin esperar resultados inmediatos ni reconocimiento ,confiar en la vida autorregulandonos y aprendiendo .Gracias !!!!!

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