Joanna Macy y colaboradores desarrollaron la metodología de El Trabajo Que Reconecta (TQR) hace más de 40 años en respuesta a las crisis sociales, ecológicas y económicas de nuestro tiempo. Desde su incepción, El TQR ha tenido la intención de ayudar a las personas a trascender el entumecimiento, la desesperanza y la negación.

El TQR surge en América del Norte a finales de la década de 1970, reuniendo activistas ecologistas y anti-nucleares, así como psicólogos, artistas y practicantes espirituales. Chellis Glendinning, Joanna Macy y Fran Peavey notaron que, cuando las personas compartían su miedo, angustia o desesperanza con otros, se libera un poder transformativo. De aquí que surgiera uno de los primeros nombres de este trabajo: “desesperanza y empoderamiento.” Joe Havens y Sarah Pirtle agregaron el concepto de “el giro” o la liberación natural de energía que resulta del reconocimiento y vivencia de sentimientos compartidos.

Años más tarde, y gracias a la resonancia encontrada con la perspectiva de la ecología profunda, se empezó a conocer como “talleres o trabajo de ecología profunda.” No obstante, desde finales de la década de 1990, se le conoce como “El Trabajo Que Reconecta.”

Variando en duración, los talleres de El TQR han ocurrido en una gran variedad de lugares, atrayendo personas dentro y fuera de los movimientos por la paz, la justicia y la ecología.

¿En qué consiste El Trabajo Que Reconecta?

Es común que El Trabajo Que Reconecta tome forma de talleres interactivos de diversas duraciones, los cuales se caracterizan por una mezcla de conocimiento teórico, actividades vivenciales y meditativas, expresiones artísticas y de esparcimiento y un contacto directo con la naturaleza. De acuerdo a Joanna Macy, los encuentros TQR sirven como:

  • Laboratorios de ideas
  • Retiros introspectivos
  • Exploratorios psicológicos
  • Celebraciones

Idealmente, los talleres ocurren en lugares serenos con acceso directo a la naturaleza y con las facilidades adecuadas para crear una atmósfera cooperativa, compasiva, respetuosa y confidencial. Las personas reunidas encuentran un espacio seguro y ciertas pautas generales que les permiten reconocer y explorar sus inquietudes profundas ligadas a peligros y oportunidades personales y planetarias.

La espiral de El Trabajo Que Reconecta

La estructura esencial de El TQR se compone de cuatro movimientos sucesivos representados a manera de espiral que, desde nuestro entendimiento, siguen fielmente un ancestral ciclo natural de aprendizaje y renovación: gratitud, honrando el dolor, nuevos ojos y seguir andando.

Seguir la espiral de El TQR en la planeación de un taller, una charla, un retiro o incluso al ponerlo en marcha como práctica meditativa, contribuye al surgimiento de experiencias transformativas en vías a la expansión del sentido de identidad ligada a un sentido ético de proporciones planetarias.